Jambo era un gorila de espalda plateada que vivió en el zoológico de Jersey (EEUU) hasta 1992, fecha de su muerte. Un día, mientras Jambo se encontraba en su recinto, un niño de cinco años llamado Levan Merritt cayó en él, quedando completamente aturdido e inconsciente.
La multitud se horrorizó al ver al gorila abalanzándose sobre el niño, no obstante, él les dio una increíble lección: se acercó al niño y le cubrió, como si entendiera que se encontraba en peligro. No hizo nada más. Simplemente se quedó allí, mientras le acariciaba la espalda. Cuando despertó, Levan empezó a llorar, momento en el que Jambo se apartó y dejó a los cuidadores del zoo rescatar al pequeño.
Actualmente Jambo tiene una estatua en su honor, en el mismo zoo de Jersey, donde se han llevado a cabo varios estudios para demostrar que los gorilas de espalda plateada atacan únicamente cuando consideran que se encuentran en peligro.