La ansiedad es una de las enfermedades más comunes que sufrimos hoy en día, pero a la que no le damos la importancia que se merece hasta que las consecuencias del estrés nos afectan gravemente.
En todos lados oímos hablar a las personas de la vida tan estresante que llevan, de los nervios que les producen sus empleos, o de la inquietud que les provocan ciertas situaciones.
1. Pérdida de memoria y de concentración: El cerebro tiene distintos métodos para hacer que memoricemos la información que recibimos; pero el más usado es el de repetir una y otra vez esos datos para que al final se queden grabados en nuestra cabeza.
2. Depresión y pensamientos negativos: Estar estresados también hace que nos deprimamos, y el motivo es simple: los nervios causan tales efectos negativos en nuestras emociones y nuestro humor que, al final, es nuestro cerebro quien termina pagándolo.
3. Irritabilidad: El no dormir bien, sentirnos cansados, y además tener que aguantar los nervios de la situación que nos causa ansiedad, provoca que estés más irritable y que reacciones de forma negativa ante cualquier pequeño detalle que no te guste.
4. Cambios de humor: Si has leído los tres puntos anteriores, entenderás por qué una de las consecuencias del estrés son los cambios de humor.
5. Presión arterial alta y riesgo de ataque al corazón. Un nivel alto de nervios hará que tu presión arterial suba, y ese aumento en la presión sanguínea puede hacer que sufras un ataque al corazón grave.
6. Tensión y dolores en los músculos: Ya sabes que el estrés prolongado provoca demasiada adrenalina en la sangre; y que esa adrenalina lo que hace es mantener tu cuerpo en alerta porque cree que hay algún peligro al que debes enfrentarte.
7. Dolor de estómago: El estómago, entre otras cosas, está compuesto por un conjunto de microorganismos que se llama microbiota intestinal.
Son microbios que habitan en nuestro intestino, y que tienen funciones muy importantes como ayudarnos a digerir ciertos alimentos que el intestino delgado no puede, producir algunas vitaminas como la B y la K, o regular la función digestiva.
8. Diarrea y estreñimiento: La diarrea es una de las consecuencias del estrés que está directamente conectada con el anterior punto.
Si nuestro cerebro se encuentra estresado, puede reaccionar de dos maneras:
– Olvidándose de que debe ordenar crear más microbios: esto hará que nos duela el estómago, que no podamos digerir bien lo que tomamos, y causará estreñimiento porque no podremos ir bien al baño.
– Dando múltiples órdenes para crear demasiados microbios: los nervios pueden hacer que el cerebro se vuelva un poco loco, y piense que nuestro cuerpo está en peligro. Y lo que hará será decirle al estómago que produzca más microbios para defender al estómago. Esto en realidad lo que causará es que esos microbios “trituren” demasiado la comida, y nos produzcan diarrea.
9. Cansancio permanente: Si tu cerebro está demasiado estresado intentando luchar con todas esas situaciones que te provocan nervios, tendrás dolores de cabeza frecuentes, no dormirás bien, y eso hará que te sientas todo el día cansado.
Ten mucho cuidado con esta consecuencia porque, aunque ese cansancio suele ser pasajero, si tu ansiedad dura demasiado tiempo, puede convertirse en un problema permanente para toda tu vida.
10. Mayor riesgo de sufrir diabetes: Ante el estrés, el cuerpo comienza a liberar dos tipos de hormonas: la epinefrina y el cortisol. El problema es que estas lo que hacen es mandar órdenes al hígado para que libere más glucosa (azúcar) en sangre.
Y un alto nivel de glucosa de forma constante es la principal razón de que corramos un mayor riesgo de padecer diabetes.
11. Defensas bajas: Producir niveles demasiado altos tanto de adrenalina como de cortisol por culpa del estrés hará que tu organismo no funcione bien, y que tu sistema inmunológico (el que se encarga de crear las defensas) no sepa qué debe hacer.
Se ha demostrado científicamente que las hormonas que segrega el cerebro para combatir la ansiedad intoxican a largo plazo tanto el cerebro como el cuerpo.
12. Mayor riesgo de caer enfermo: Tu sistema inmunológico es el responsable de crear defensas que ataquen a los virus como el de la gripe, la varicela, la gastroenteritis (diarrea), o la fiebre.
Pero si tienes las defensas bajas por culpa del estrés, tu cuerpo no podrá responder adecuadamente a esos ataques, y tendrás un mayor riesgo de caer enfermo.
13. Pérdida de cabello, acné, y piel seca: Es cierto que esta consecuencia del estrés puede parecer superficial; pero recuerda que tu aspecto exterior es un claro reflejo de tu salud interior.
Con los nervios, el cuerpo entero y el cerebro no funcionan bien, las hormonas se vuelven locas, y los órganos empiezan a fallar.
Y por culpa de eso puedes notar que tu pelo se cae mucho más, y que no nacen nuevos cabellos, o que la piel de tu cara se vuelve mucho más seca, o empiezas a tener brotes de acné y granitos por el rostro.